Introducción de la motricidad
Un programa educativo bien estructurado desde
las primeras edades, puede contribuir notablemente al desarrollo, sin
pretender acelerar el mismo, pero para ejercer esta influencia sin el
peligro de cometer errores en el proceso de enseñanza, todo educador
debe nutrirse de la información necesaria sobre la evolución del
desarrollo, sus avances y retrocesos.
Como punto de partida para lograrlo se requiere conocer qué hace el niño(a) en cada edad, en las condiciones reales de su entorno y cuál es la causa de por qué en un grupo de edad se comporta de una forma u otra.
Tener una referencia del comportamiento del
niño(a) y su evolución en cada edad, significa poseer un instrumento
para que tanto educadores como padres, puedan intervenir a tiempo en el
desarrollo del pequeño(a).
Muchos científicos en el mundo se han
preocupado por estudiar la conducta del sujeto (motriz, cognitiva,
afectiva-social) en los diferentes estadios de su desarrollo.
El estudio de la Motricidad infantil (como
una importante esfera del desarrollo general) ha sido abordado desde
diferentes perspectivas y puntos de vista.
En el presente artículo se describen los
pasos por los cuales fue necesario transitar en un estudio (C. González,
1997) que proporciono una caracterización en la esfera motriz de
niños(as) en las edades de 1 a 6 años.
Una primera parte de esta investigación fue
dedicada a recopilar y analizar baterías diagnósticas de diferentes
autores que estudiaron el desarrollo humano, así mismo se clasificaron
los criterios de cómo es la conducta del niño(a) expresados por cada
autor.
Se pudo apreciar que no siempre los autores
realizaron la descripción del comportamiento apoyándose en
instrumentos diagnósticos, sino que en algunos casos sus criterios han
estado fundados en interpretaciones de la práctica, constituyendo una
aproximación basada en la experiencia profesional. Algunos autores,
tales como H. Williams (1983), se han basado en filmaciones de películas
analizadas con posterioridad.
Autores de elevado prestigio, han realizado
caracterizaciones motrices de niños de diferentes grupos etáreos. Bryant
J. Cratty (1979) biólogo de los Estados Unidos, basado en la
aplicación de una lista de control describe las características del
comportamiento perceptivomotor de los niños(as), las teorías evolutivas
de los psicólogos J. Piaget y H. Wallon, citado por Aquino y Zapata
(1979), nos permiten apreciar los logros motores de sujetos estudiados,
así como las referencias sobre el desarrollo motor y los movimientos
rectores de la pedagoga alemana Kahte Lewin (1972), brindan una vasta
información al respecto.
Seria demasiado extenso plasmar las
peculiaridades de la motricidad, que mediante la descripción del
comportamiento motor, han abordado diferentes científicos, a
continuación resumimos en la tabla 1 el criterio de los cuatro autores
mencionados.
Tabla 1Caracterizaciones de cuatro habilidades motrices básicas.


En la tabla 2 se reflejan de una forma más
resumida los diferentes criterios de estos autores sobre las edades en
que se manifiesta determinada habilidad motriz. Se seleccionan 5
habilidades como ejemplo.
Tabla 2Criterios sobre la edad en que se manifiestan 5 habilidades motrices.

No fue la intensión ni objeto del análisis
realizado establecer comparaciones de las características motrices del
niño(a) dadas por los diferentes autores, mucho menos si tenemos en
cuenta que los autores citados proceden de épocas diferentes, no
obstante se evidencia en la tabla 2 que no existe homogeneidad en estas
caracterizaciones. Debido a esto, seria un error copiar la
caracterización descrita por un autor específico, en lugar de estudiar
mediante la aplicación de un instrumento diagnostico las peculiaridades
de la motricidad.
Debe considerarse que los sujetos
caracterizados, aunque corresponden a niños(as) de las mismas edades,
son de diferentes orígenes geográficos y sociales. Esto demuestra la
necesidad de caracterizar al niño en las condiciones concretas de cada
país, pues por una parte la maduración es un factor biológico que
determina en cada grupo de edad un comportamiento diferente, y por la
otra la influencia de factores ambientales: sociales y educativos, tales
como los programas, la relación con el adulto y otros niños, el régimen
de vida, las costumbres y el clima, así como hasta la característica de
la batería diagnóstica que se aplique, hacen variar las peculiaridades
de la motricidad.
Aunque conocemos que existen diferentes vías
para arribar a un criterio de caracterización, se ha podido constatar
que es mucho más confiable el resultado cuando se realizan observaciones
del comportamiento del niño(a), con la guía de un instrumento
evaluativo validado en las condiciones de cada realidad
La forma de poder caracterizar al niño(a) en
cualquier área del desarrollo, en este caso nos referimos al área
motriz, requiere de la medición de aquellas variables e indicadores que
puedan dar resultados confiables y objetivos, de ahí la necesidad de
crear un instrumento capaz de cumplir esta misión
La metrología como ciencia de las mediciones
tiene como tarea principal el aseguramiento de la unidad y la
exactitud en las mediciones (V. M. Zatsiorski, 1989).
Los criterios que se utilizan para la
selección de un instrumento evaluativo están condicionados a los
objetivos o pretensiones de la investigación en cuestión.
Al confeccionar el sistema instrumental
para una investigación y obtener un resultado que facilite
conocer las características del niño en cada grupo etáreo, se da
solución a dos cuestiones básicas de la metrología: qué y con qué medir.
Existen hoy día gran diversidad y cantidad de
baterías de medición, por lo que después de un amplio análisis
bibliográfico se requirió agrupar en cuatro grupos quince de las
baterías que más relación tenían con las edades de interés. Esta
recopilación facilito el análisis para arribar al criterio en cuanto a
la selección o confección de la batería a aplicar en nuestro estudio.
(tabla3).
Tabla 3
